
HOOD ROBIN APARECE SIEMPRE DURANTE LOS GOBIERNOS DÉBILES FRENTE AL PODER ECONÓMICO CONCENTRADO PARA ROBAR A LOS POBRES Y DARLE EL BOTÍN A LOS RICOS.
¡CUIDADO CON HOOD ROBIN!
ÍNDICE DEL ARTÍCULO
EL HOOD ROBIN SOJERO
Cuando aparece Hood Robin en escena, los grupos concentrados de la economía sonríen y festejan, mientras los magros salarios y precios por las nubes atraviesan como las flechas del arquero medieval al pueblo argentino.
Una vez más, con el dólar soja se está premiando la especulación en detrimento de las clases medias y populares, las cuales deberán afrontar mini-devaluaciones encubiertas.
En tres días, los bienaventurados agroexportadores liquidaron u$s 1.075 millones, superando el objetivo establecido el domingo en la reunión con el ministro de Economía Sergio Massa en la que acordaron un dólar a 200 pesos.
Complementando la algarabía de estos vientos propicios, aceiteras y cerealeras se comprometieron que en este mes liquidarán unos u$s5.000 millones.
Argentina es el décimo exportador de alimentos del mundo y el tercero en exportaciones de soja. Asimismo, los grandes acopiadores de soja en silos para la especulación con un dólar más alto representan la mitad.
Dicho de otra manera, el total de exportaciones son 44 millones de toneladas y se calcula que hay 20 millones de toneladas retenidas, las cuales han empezado a liquidarse en forma acelerada por la nueva propuesta de un dólar a 200 pesos.
La euforia que ha generado Hood Robin es tal que en una jornada, por operaciones con el dólar soja, se registraron ventas del complejo sojero por u$s464 millones, motivo por el cual el secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, dijo que “el dólar soja superó las expectativas que teníamos”.
HOOD ROBIN Y LA LUCHA POR EL PODER
Hood Robin trabaja a pleno en los gobiernos neoliberales, pero tiene cierta actividad durante los gobiernos débiles a pesar de que éstos sean de corte popular y progresista.
Esto envalentona a los agroexportadores al punto tal que han llegado a extorsionar de manera cuasi- destituyente al gobierno, logrando que éste los premie con un precio mayor para el dólar exportador sacrificando el monto de retenciones a las exportaciones.
De hecho pasar de 147 pesos que es el tipo de cambio Banco Nación a 200 implica que ellos, si bien pagan las retenciones a las exportaciones, es cómo si no las pagaran, ya que el 33 por ciento queda compensado con creces con el 40 por ciento más del valor del dólar soja.
Asimismo, este sacrificio no lo hacen ni el gobierno ni los productores, sino el pueblo ya que esa diferencia se termina trasladando a los precios.
En este sentido, los funcionarios del gobierno dicen que justamente tomaron la determinación de aumentar el precio dólar con la soja porque no se consume en Argentina y no impacta en los precios, pero…
¡Pero si impacta, porque la soja sustituye física y geográficamente todo los que se pueda producir y explotar, desde la ganadería, pasando por la siembra de otros cultivos, tales como cereales, granos, frutas y hortalizas!
Por otro lado, los contratos de alquileres de los campos se hacen en base al valor de la soja y como si esto fuera poco, dicha “sojización” contamina el aire, la tierra y el agua, como consecuencia del glifosato, los plaguicidas y los fertilizantes.
Precisamente, por este motivo los que quieren producir de manera agroecológica no pueden competir porque al usarse agrotóxicos, todas las plagas e insectos se trasladan a los campos en donde no se fumiga.
LA COTA DE MALLA DE LA ESPECULACIÓN
Si el gobierno quiere ganar 5.000 millones de dólares forzando el dólar a 200 pesos, esto equivale a un millón de pesos de déficit, lo que implica aumentar la emisión monetaria.
Por tal motivo, la otra cara del dólar soja tendrá por contrapartida reconocer una mayor tasa de interés a los bancos para absorber (esterilizar) el exceso de liquidez que implicará el ingreso de esos dólares al país. Actualmente la tasa efectiva de interés de las Leliqs es del 98% anual.
En otras palabras, como aumenta la emisión monetaria y el gobierno cree que produce inflación, la esteriliza colocando Leliqs (encaje remunerado), con lo cual termina como siempre ganando los bancos.
Hoy las Lelics ya superan los 7 billones de pesos, lo que implica tener dinero inmovilizado mientras que los créditos para la actividad productiva apenas se mueven en unos 6,2 billones de pesos.
Como siempre, Hood Robin le quita al plan progresar, plan potenciar trabajo, plan de enfermedades transmisibles o plan de viviendas para dárselo a sectores que no lo necesitan, como es el caso de los que esconden la soja hasta que el dólar suba o los grandes acopiadores cómo Dreyfus, Cargill, etc., con un 40 por ciento de premio.
En el mes de agosto, se le pagó a los bancos 410.000 millones de pesos de interés por las inmovilizaciones de Leliqs (incluido el banco nación), mientras por otro lado se recortaba el presupuesto en educación.
Todo gentilhombre que pertenezca a las clases populares y medias sabe que, si se cruza el bosque de la política sin una líder fuerte del tamaño de Cristina Fernández de Kirchner correrá el peligro de salir más pobre de como entró.
Y que la banda de forajidos al mando de Hood Robin, entre la que se encuentra el poder económico, el mediático y el judicial, se moverá como pez en el agua mientras exista un ministerio de economía al servicio del poder económico concentrado en detrimento del pueblo y de los intereses nacionales y populares.
Alfredo Di Masetto